Me contaba mi abuelo que cuando se votaba antes de la Ley Saenz Peña, uno llegaba a la mesa y un par de matones armados le decían usted ya voto, es mas, tenían la gentileza de decir por quien había votado. Luego del Voto secreto universal y obligatorio, el régimen debió valerse de otros métodos para hacerse del poder, y comenzaron los golpes militares y el nefasto fraude patriótico.
Hoy por suerte estamos muy distantes de esos días de barbarie electoral. ¿Estamos muy distantes? Leyendo en blogs y en diarios las quejas de los ciudadanos a la hora de votar parece que nuestra democracia atrasa unos 100 años. Al robo sistemático y organizado de boletas, al que ya nos hemos acostumbrado desgraciadamente, se suceden otras cosas mas graves que simples "picardías".